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La eterna duda… ¿cómo cuidar mi voz?

Entre los elementos esenciales de la formación de un profesional de la voz está la salud vocal. Son muchas las dudas del estudiante promedio en este respecto, y muchos los problemas que surgen en el devenir de la profesión cuando no son solventadas. Por eso considero que el cantante debe estar bien informado y aprender a tomar medidas para mantenerse sano y evitar posibles lesiones o problemas de salud en el desempeño de su oficio. Hoy quiero compartir algunos aspectos determinantes que ayudan a mantener el equilibrio y la salud de la voz para aquellos que la usan como instrumento de trabajo.

Comienzo con una de las habilidades que en mi opinión es imprescindible para mantenerse sano, el autoconocimiento. La voz es un instrumento abstracto, se conduce a través de sensaciones. Cada sonido que emitimos es una respuesta a un proceso neurofisiológico, en el que intervienen la imaginación, la percepción del entorno y la propia, así como el desempeño motriz. Es común que el individuo que inicia el camino de la voz profesional, imagine como suya una voz distinta a la que tiene. El dominio de las habilidades vocales y por consecuencia la eficiencia y la longevidad en el oficio, dependen mucho de cuánto acercamos nuestra imagen vocal (lo que creemos que suena cuando producimos el sonido) a la realidad. Puede suceder que persiguiendo un ideal de voz que no existe, por la falta de autopercepción y por no tomarse el tiempo y la dedicación para conocerse, llevemos nuestras capacidades físicas a límites que no son sanos. Por eso es fundamental entender que la voz es una muestra de nuestra identidad en el mundo de los sonidos, y que esa identidad no puede desligarse del cuerpo físico, ya que son estos aspectos de nuestra fisionomía y de nuestros componentes orgánicos los que moldean las capacidades de desenvolvimiento de los individuos en el mundo material. Conocerse a sí mismo es un viaje irrenunciable para el cantante. Es una habilidad que le ayudará a manejarse con maestría dentro de los límites físicos, para poder trascender en el ámbito estético.

Otro aspecto que puede hacer la diferencia en lo referente a la salud de un profesional de la voz es contar con la asesoría correcta y el acompañamiento durante su formación y luego en el ejercicio. Será vital un equipo de profesionales que brinde las indicaciones adecuadas, atienda los problemas de salud con prontitud y eficacia, corrija a tiempo cualquier tipo de conducta nociva antes de que se vuelva crónica, y que a fin de cuentas, permita al individuo sentirse acompañado y protegido durante su recorrido en la profesión, ésto será clave en su longevidad y en que pueda explotar su potencialidad sin desperdicio. Es fundamental en este equipo un otorrinolaringólogo o foniatra, que pueda brindar indicaciones médicas, examinar y recetar si hace falta para resolver cualquier tema de índole orgánico que se presente. También es importante algún especialista del área terapéutica, como fisiólogos, fonoaudiólogos o terapistas de voz, que puedan contribuir en la rehabilitación de cualquier tipo de lesión, así como la reeducación de los comportamientos motrices en favor de una fonación más eficiente y sana. Es imprescindible también contar con profesor de canto, entrenador, asesor o coach vocal, que ayuden a desarrollar un criterio artístico y una producción vocal acorde con los objetivos profesionales. Lo ideal es establecer una relación con este tipo de expertos para que puedan llevar el seguimiento del caso y den una respuesta pronta y eficiente a los usuales problemas que pueden aparecer en esta profesión.

Otra idea fundamental a tener en cuenta para mantener la salud vocal es conseguir un equilibrio entre la técnica y el esfuerzo físico. Siendo la producción vocal, y sobre todo el canto, una actividad exigente para el cuerpo, debemos entender que no hay manera de cantar o hablar profesionalmente sin producir algún tipo de desgaste. El cuerpo sentirá el esfuerzo, pero la incidencia de este esfuerzo en la salud será mayor o menor, de acuerdo a varios factores como la cantidad de horas de actividad, el volumen con el que se trabaja, el manejo del rango vocal, el ruido de ambiente al que estamos expuestos, entre otras cosas. Solo se puede combatir el desgaste con conocimiento, estrategia y técnica. Aprender a dosificar el esfuerzo o minimizarlo, disminuir los efectos de las condiciones adversas, ser eficiente en la motricidad de la fonación, manejar timbre y resonancia, utilizar la mecánica respiratoria a favor, son habilidades que se adquieren estudiando técnica vocal y que incidirán directamente en la eficiencia y la salud del profesional.

Otro factor que debemos atender es nuestro estilo de vida. Cuando se asume que nuestra voz es un instrumento de trabajo, que pertenece al cuerpo y que está íntimamente ligado a nuestro sistema biológico, entendemos inmediatamente que lo que afecte a este sistema afecta a nuestro instrumento. En otras palabras, hábitos como el sedentarismo, los vicios, exponerse a ambientes ruidosos o contaminados, dormir mal,  la mala alimentación, automedicarse o el ser displicentes en atender temas pendientes de salud en general, hacen una importante diferencia en nuestro rendimiento. La vida del profesional de la voz debe llevarse con conciencia y se debe ser especialmente cuidadoso con todo aquello que afecte nuestra salud.

Por último quiero hablar de la prudencia. Un desarrollo sano de una carrera cimentada en la voz se basa en tener sentido común en y en ser prudente a la hora de tomar cualquier decisión que afecte nuestro instrumento. Decisiones como por ejemplo, qué tipo de trabajos tomo en relación a mis capacidades físicas y técnicas, qué repertorio me conviene cantar, cuánto debo exigirme,  pueden tener un efecto permanente en la salud y la longevidad de mi voz. Nunca se debe tomar a la ligera algo que afecte nuestra voz. Por más inocuo que parezca un hábito o un hecho específico, si te parece que debes recurrir a la prudencia, no lo dudes.

Son muchos los detalles que hay que tomar en cuenta en lo relativo a este tema, espero haber resaltado aspectos de utilidad, para que sea cual sea tu relación con la voz ayude a tu mejor desempeño y desarrollo profesional. En este tópico hay muchas y diferentes opiniones, en lo personal he tratado de hacer caso a los médicos en lo que se refiere a temas de salud, enfermedades y rehabilitación. Lo relacionado con el desempeño técnico, estético y artístico lo dejo en manos de los maestros de canto con experiencia y prestigio.

La eterna duda… ¿cómo cuidar mi voz?

Alejandro Zavala

Cantante, compositor, productor y músico popular. Ha participado en un importante número de producciones discográficas, incluyendo sus tres discos como solista: Origen (2009), Primavera para mayo (2011) y Colores Tierra (2014). Es director y productor musical de Sonofilia Studio Record, reconocido estudio de grabación en Caracas, Venezuela. Es director y fundador de la Escuela Contemporánea de la Voz.

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