El aire es el elemento primordial en el proceso de fonación, es lo que hace que las cuerdas vocales vibren y se produzca la voz. Sin aire no hay sonido, incluso si faltaran las cuerdas vocales, sólo con la fricción del aire puede obtenerse el sonido. De ahí la importancia del control del aparato respiratorio como eje principal de la técnica vocal, lo cual es compartido en general por los entendidos de esta materia.

El aparato respiratorio cumple con varias funciones fundamentales en el cuerpo humano: la principal es el intercambio gaseoso entre la sangre circulante y el aire del medio ambiente; la sangre toma el oxígeno del aire y libera el anhídrido carbónico por medio del sistema respiratorio. De modo que este aparato es fundamental para la manutención del cuerpo, y por ende, para la vida. Otra importante función, la que nos ocupa, es la fonación, para lo cual se vale de la laringe (cuerdas vocales) y de los resonadores, mediante el proceso que venimos estudiando.

Como vimos en el capítulo anterior, el aire cumple un proceso complejo, realizado por la combinación de tres aparatos (respiratorio, de fonación y resonador) para convertirse en sonido.

A modo de recordatorio y para hilar con el contenido que veníamos trabajando, refrescaremos este mecanismo:

• El aire entra por las fosas nasales, viaja por las vías respiratorias y ocupa el espacio pulmonar, al mismo tiempo que los músculos intercostales se expanden y el diafragma baja.
  
  
• El cerebro emite la orden a las cuerdas vocales o pliegue vocal de que tomen la postura que corresponde a la nota que imaginamos.
  
  
• Posteriormente el aire al salir pasa por el pliegue vocal haciéndolo vibrar, sonido que será amplificado en la faringe y luego en los resonadores de la máscara facial.

Ya conocemos el proceso que origina la magia de la voz, sabemos que su protagonista es el aire, ahora aprenderemos cómo dominar este elemento, lo cual es una tarea de mucha práctica, trabajo, dedicación y paciencia.